Divertimentos


EL DESPERTAR


Es la hora nocturna. Las manos se dirigen con cuidado en el intento de acariciar la suave piel humedecida levemente que cubre esos dos botones conmovedores, apenas nacidos a la vida. Modela sus formas con cuidado y aspira el tenue aroma que despiden.

Un gemido ¿de placer? escapa de sus labios cuando la sangre tiñe el dedo que las rosas han herido.





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