VOLAR
por José Francisco Pérez Alvarez
Macuspana, Tabasco.

Volar era una actividad común para aquellos seres mitad hombre, mitad ave. Una extraña raza y cultura de la cual sólo quedan indescifrables vestigios.

Uno de estos alados, Berlanth, alistó un día sus potentes alas y se prestó a alzar el vuelo.

Era la primera vez que volaría y su impaciencia era tal, que le temblaban los miembros.

Quería volar tan alto, lo más alto que ninguno de sus congéneres lo hubiera hecho. Quería ser único y especial; alcanzar la cima del cielo y tocar la etérea consistencia con sus propias manos.

Con una mirada fría observó a los cientos de sombras que volaban y ennegrecían el cielo, y a una señal jamas dicha, se elevó por los aires.

Volaba, por fin volaba, con todo el peso de su cuerpo sostenido por sus poderosas alas que lo elevaban más y más; con el viento acariciándole cada célula del cuerpo y el gesto de triunfo en el rostro.

Volvió a notar la presencia de sus hermanos que pasaban junto a él y se le borró la dicha de la cara. Como un loco se elevó más, golpeando a quien por error se cruzara en su camino, empujándoles y haciéndoles perder el equilibrio y desplomándolos.

Pero a él no le importaba. Continuaba con su frenético ascenso; golpeando, escupiendo, empujando, maldiciendo...hasta que llegó a la cima del cielo y tocó la etérea consistencia con sus propias manos, saboreando la gloria de ser el único que había llegado hasta allí.

Solo existían el cielo, el sol y Berlanth.

No pudo contenerse y le brotó la risa para convertirse luego en carcajadas desquiciadas e incontrolables; totalmente ebrio de grandeza.

En eso, sus poderosas alas, fatigadas por el esfuerzo, no soportaron más y se desplomó a una velocidad incontenible; perdido en una risotada frenética, sin tener plena conciencia de que se proyectaba al vacío.

Cayó desde lo mas alto para impactarse brutalmente contra el suelo. Sus grandes alas amortiguaron el golpe salvándole la vida, pero se rompieron.

Su mitad ave pagó por el error cometido; su mitad hombre aún no aprende la lección.


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