Para mis relaciones
con los demás.
Enviado por Adolfo Vasconcelos Martínez
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Tú y yo vivimos en una relación que valoro y quiero conservar.
Sin embargo, somos personas diferentes
con necesidades únicas y propias, y el derecho de satisfacerlas.
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Cuando tengas problemas
para llenar tus necesidades, te escucharé con genuina aceptación para que encuentres tus propias soluciones sin que dependas
de las mías.
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Yo también respetaré tu derecho a escoger tus propias creencias y a desarrollar tus
propios valores, aunque sean diferentes a los míos.
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Cuando tus actos interfieran con lo que deba hacer para satisfacer mis necesidades, te comunicaré -abierta y
honestamente- cómo me afecta tu proceder, confiando en que respetes mi persona y modifiques la conducta que me sea
inaceptable.
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De la misma manera, cuando mi actos te sean inaceptables, espero que me comuniques -abierta y honestamente-
tus sentimientos.
Te escucharé y trataré de cambiar.
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Cuando descubramos que ninguno de los dos puede cambiar su conducta para satisfacer las necesidades del
otro, reconozcamos que tenemos un conflicto que requiere solución. Comprometámonos a resolverlo sin recurrir al uso del poder o
la autoridad para tratar de vencer a expensas del otro.
Yo respeto tus necesidades, pero también quiero respetar las mías.
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Esforcémonos siempre para encontrar las soluciones que sean aceptables para ambos. Tus necesidades
serán satisfechas y también las mías; ninguno será derrotado y ambos venceremos.
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En esta forma, tú podrás proseguir tu desarrollo como persona y yo también podré hacerlo; nuestra
relación será lo suficientemente sana para que cada quien pueda luchar por llegar a ser lo que sea capaz.
Podremos seguir relacionados con respeto, amor y paz mutuos.
Thomas Gordon./i>