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Todo Pasa
por alguna razón
Autor Desconocido
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Algunas veces
un ser humano llega a nuestras vidas, y rápidamente nos damos cuenta de que esto pasa porque debe
de ser así: para servir un propósito, para enseñar una lección, para descubrir quienes somos en realidad, para
enseñarnos a alcanzar lo que queremos.
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Tu no sabes
quién es esta persona, pero cuando fijas tu ojos en ella, sabes y comprendes que afectará tu vida de
una manera profunda.
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Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero entiendes que sin haberlas superado,
nunca habrías realizado tu potencial, tu fuerza, o el poder de tu corazón.
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Todo pasa por una razón en la vida.
Nada sucede por casualidad o por la suerte.
Enfermedades, heridas, el amor, momentos perdidos de grandeza o en puras tonterías,
todo ocurre para probar los limites de tu alma.
Sin estas pequeñas pruebas, la vida sería como una carretera recién pavimentada: suave y lisa, directa y sin rumbo
a ningún lugar; plana, cómoda y segura, mas empañada y sin razón.
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La gente que conoces, afecta tu vida; las caídas y los triunfos que tú experimentas, crean la persona que eres.
Hay mucho qué aprender de la malas experiencias. Es más, quizás serían las más significativas de nuestras vidas.
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Si alguien te hiere, te traiciona o rompe tu corazón, dale las gracias porque te ha enseñado la importancia de perdonar,
de la confianza y a tener más cuidado de a quién le abres tu corazón.
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Si alguien te ama, ámalo tú. No porque te ame, sino porque te ha enseñado a amar, a abrir tu corazón y tus ojos a las cosas
hermosas de la vida. Haz que cada día cuente, y aprecia cada momento.
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Además de aprender todo lo que puedas aprender, entabla una conversación con gente con quien no hayas dialogado nunca, especialmente
las personas de edad mayor, quienes poseen una gran experiencia sobre las cosas de la vida; escúchalos y préstales toda tu
atención. Obtendrás de ello un enorme beneficio.
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Date permiso de enamorarte,
de cultivar tu mente y de liberarla de falsas creencias. Pon tu vista en un lugar bien alto.
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Mantén tu cabeza en alto porque tienes todo el derecho a hacerlo. Repítete a ti mismo que eres un individuo magnifico y
créelo.
Si no crees en tí mismo, nadie más tampoco lo hará.
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Crea tu propia vida, y luego vívela.